La ley establece que el responsable de los daños que pueda causar la falta de seguridad de un producto concreto es el fabricante del mismo. No obstante, si éste no puede ser identificado, la culpa entonces recae sobre el proveedor o vendedor.
Esta es la forma de proteger al consumidor de los daños que pueda causar la falta de seguridad de los artículos comprados, que es un concepto totalmente distinto a los defectos que puedan tener dichos artículos. Se trata de un régimen de responsabilidad civil especial incluido en la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios (Real Decreto Legislativo 1/2007) en el que el consumidor perjudicado tiene que demostrar la relación existente entre el defecto del producto y la lesión o el daño producido.
Indemnizaciones por defectos de seguridad en un producto
Con respecto a la indemnización, es conveniente ser prudente a la hora de solicitarlas y, sobre todo, muy riguroso a la hora de acreditar los daños y perjuicios, ya que la cuantía solicitada determina proporcionalmente las costas del procedimiento.
Una causa corriente que supone un fallo o defecto de seguridad n un producto es, por ejemplo, la utilización de sustancias tóxicas prohibidas que pueden derivar en lesiones físicas e incluso en la hospitalización de la persona que utiliza dicho producto. En estos casos los Tribunales suelen aceptar los daños por lesiones y admitir la correspondiente indemnización por días de hospitalización, días impeditivos y días no impeditivos.
A su vez se suele también indemnizar con el precio del producto defectuoso y por daños morales hasta un límite de 5.000 euros.
Obviamente tendremos que demostrar que los problemas derivados del defecto del producto, nos han causado dicho daño moral. Por ejemplo, en caso de hospitalización es posible que hayamos perdido la posibilidad de acudir a algún evento señalado o incluso que la empresa no nos renueve el contrato de trabajo en caso de estar trabajando con contrato temporal.
Como reclamar por defectos de seguridad en un producto
La primera demanda se debe interponer ante el Juzgado de Primera Instancia.
En caso de que el juzgado desestime la demanda, el consumidor todavía puede acudir y apelar ante la Audiencia Provincial.
Así que ya sabéis, si al comprar algún artículo online tenéis algún problema por defectos de seguridad del mismo, el fabricante de dicho producto será el responsable de los daños que podáis sufrir y, en caso de que el fabricante no pueda ser identificado, entonces el responsable será la tienda online donde habéis adquirido el producto.
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