En el mercado existen básicamente dos tipos de proyectores que responden a dos tecnologías diferentes. Si bien cada modelo se caracteriza por diferentes funcionalidades como la potencia, el tiro, la durabilidad, la portabilidad, en principio todo el universo de proyectores se puede dividir entre los que utilizan la tecnología de cristal líquido o LCD, y los que utilizan el procesamiento digital de la luz, o DLP. Atrás quedaron los viejos proyectores de tubos de rayos catódicos, con tres haces de luz diferentes, que ocupaban un gran espacio, pesaban bastante y se descalibraban con alta frecuencia.
De las dos tecnologías existentes, la de cristal líquido es de las dos la más antigua, pero esto no significa que sea obsoleta o que entregue menor calidad de imagen. Para entender el funcionamiento pensemos en el viejo proyector de diapositivas. ¿Lo tienes en mente? Una lámpara fuerte, una diapositiva que marca la imagen estática, y una lente para que converjan los haces en una pantalla exterior. Eso es todo.