Cualquier prenda de ropa que se venda en la unión europea debe llevar de forma obligatoria una etiqueta indicando su composición, en la que se muestre el tipo y el porcentaje de las fibras usadas en su confección. Sin embargo, la etiqueta de mantenimiento no es obligatoria, aunque si bien es cierto, gran parte de los fabricantes de ropa suelen incluir una mostrando las diferentes recomendaciones utilizando los símbolos estándar pertinentes (ver imagen).
La etiqueta de mantenimiento que aparece en algunas prendas, debe especificar cuál es el tratamiento más agresivo que puede la ropa aguantar sin estropearse. De manera que, sobre las etiquetas que se refieren al lavado a mano o con lavadora, forma secado, y temperatura de planchado de las prendas, debe aparecer mencionado, ya sea con cifras, barras, puntos o letras, los tratamientos máximos tolerados.